Eclipse total de luna llena: sabiduría védica ante el eclipse total
- Nanda Fonseca
- 6 sept
- 13 Min. de lectura
Actualizado: 7 sept

En la liturgia del tiempo, los eclipses no son meras irregularidades ópticas. Son grietas en el continuo cíclico del karma, momentos donde la línea entre lo manifestado y lo no manifestado se torna porosa. El 7 de septiembre de 2025 seremos testigos de uno de estos quiebres: un Eclipse Lunar Total, visible en gran parte de Asia, Australia y el Pacífico, con epicentro simbólico en el eje de Kumbha Rashi (Acuario) y el nakshatra Shatabhisha, presidido por Varuna, el de los mil ojos.
Este eclipse ocurre con la Luna plenamente inmersa en la umbra terrestre purna chandra grahan con una magnitud umbral de 1.36, lo que indica no sólo una ocultación total, sino un oscurecimiento profundo del campo lunar, que representa la mente (manas), la madre, el pasado, y los registros mentales más antiguos del jiva (alma).
Este eclipse tiene lugar en el signo de Acuario (Kumbha Rashi), El eclipse inicia con la Luna en Shatabhisha, un nakshatra regido por Varuna y vinculado al karma oculto, la sanación interna y la verdad espiritual. Es un campo de ajuste profundo, introspección y purificación mental.
Pero no concluye ahí. Durante el punto máximo del eclipse, la Luna ya ha ingresado a Purva Bhadrapada, estrella de fuego sagrado que disuelve lo viejo y abre la puerta a decisiones que cambian el rumbo del alma.
Este tránsito no es casual: es un paso desde el reconocimiento interno hacia la transformación activa. La práctica espiritual en este momento debe ser silenciosa, firme y consciente.
Según los textos clásicos, todo eclipse lunar se considera un evento inauspicioso para las actividades mundanas, pero altamente propicio para el trabajo espiritual, el silencio contemplativo, el japa mantra y la purificación de patrones emocionales profundamente arraigados. La visión védica no ve el eclipse como una anomalía, lo ve como una oportunidad cósmica de desapego y redireccionamiento del alma.
Es desde este marco técnico, ritual y devocional que abordaremos el eclipse lunar del 7 de septiembre de 2025, desglosando su ubicación astronómica, clasificación astrológica, implicaciones espirituales y prácticas sugeridas, con el objetivo de guiar tanto al estudiante serio de la astrología védica como al buscador sincero del dharma.

Ubicación astronómica y zona geográfica del eclipse
Este eclipse lunar se produce cuando la Luna llena atraviesa por completo la umbra de la Tierra, generando lo que los textos modernos denominan un eclipse de magnitud total. Este evento pertenece al ciclo Saros 128, y es el número 42 de un total de 71 eclipses dentro de esa serie.
Desde el punto de vista astronómico, el eclipse será visible en su totalidad en Asia, Oceanía, el Pacífico, la costa oeste de América del Norte y partes de América del Sur. Las fases principales del eclipse, en horario universal (UTC), se desarrollarán de la siguiente forma:
•Inicio penumbral: 18:41 UTC
•Inicio umbral (parcial): 19:48 UTC
•Inicio de la totalidad: 20:52 UTC
•Máximo del eclipse: 21:33 UTC
•Fin de la totalidad: 22:14 UTC
•Fin parcial (umbral): 23:18 UTC
•Fin penumbral: 00:26 UTC (8 de septiembre)
Con una duración de 82 minutos en su fase total, este eclipse será uno de los más largos del presente ciclo de eclipses lunares. La magnitud umbral de 1.36 significa que la Luna se interna profundamente en la sombra terrestre, una señal clara de que sus efectos no serán solo superficiales y además de alcance psicológico, energético y espiritual considerable.
Pero el Jyotisha Shastra (Astrología Védica) no se detiene en los datos astronómicos. La ubicación geográfica desde donde el eclipse es visible se correlaciona con el impacto sobre las regiones afectadas. Las zonas que ven el eclipse en su totalidad experimentan mayor carga kármica colectiva durante ese tiempo. En estos lugares, las recomendaciones tradicionales como evitar actos mundanos, abstenerse de consumir alimento y participar en prácticas de limpieza espiritual se aplican con mayor rigor.
Según la tradición, cuando un eclipse ocurre visible sobre una nación, sugiere que la psique colectiva del lugar está siendo sometida a un proceso de corrección o revelación kármica. Por eso, se recomienda a los astrólogos védicos observar la carta astral individual, y también la carta de las naciones o entidades colectivas (como repúblicas, gobiernos, instituciones religiosas), especialmente si sus lunas natales o signos ascendentes se encuentran en el eje Leo-Acuario, afectado por el tránsito de Rahu y Ketu.
La visibilidad es, en este sentido, un principio de resonancia: aquello que se ve, se activa; lo que se activa, debe ser purificado.
En las siguientes secciones abordaremos cómo este evento se clasifica dentro del Jyotisha, y cómo su ubicación en el nakshatra y tithi lunar profundiza su interpretación.

Clasificación y tratamiento de los eclipses en el Jyotisha Shastra
La astrología védica clasifica los eclipses lunares chandra grahan con base en tres factores principales: el tipo de ocultamiento, la visibilidad geográfica y el nodo involucrado en el eje astral.
Estas son las tres categorías principales de eclipses lunares:
Total (purna chandra grahan): la Luna queda completamente inmersa en la sombra de la Tierra.
Parcial (ardha chandra grahan): solo una parte de la Luna es cubierta.
Penumbral (chhaya grahan): la sombra es leve y difícilmente visible a simple vista.
Técnicamente, este es el tipo de eclipse con mayor capacidad de generar efectos notables en la mente (manas), en los patrones emocionales y en los asuntos representados por la Luna en la carta natal.
Otro criterio esencial es la visibilidad. En Jyotisha, la regla es precisa: un eclipse produce resultados solo en los lugares donde es visible. Se estima que más del 80 % de la población mundial tendrá visibilidad directa del fenómeno, lo cual le otorga un alcance colectivo excepcional.
Un tercer elemento técnico importante es el nodo lunar involucrado. En el caso de los eclipses lunares, la Luna es eclipsada cuando se alinea con uno de los dos nodos: Rahu o Ketu. Si el eclipse se produce en conjunción con Rahu, tiende a manifestarse de forma más visible, inquieta o desbordada en el plano mental y emocional. Si ocurre con Ketu, el impacto suele ser más interno, profundo y difícil de verbalizar.
El eclipse del 7 de septiembre 2025 será provocado por Rahu, lo que indica una carga mental más activa, agitación emocional y una tendencia al desorden psíquico si no se trabaja adecuadamente el momento. No es una influencia dañina en sí, pero sí disruptiva. Rahu corta patrones emocionales y los saca a la superficie para ser procesados o reconfigurados. Esto se aplica tanto a nivel individual como colectivo, dependiendo de la carta y el entorno.
Por último, el tratamiento tradicional de los eclipses lunares considera al fenómeno como una alteración temporal del orden natural del kala (tiempo) y del rasa (flujo emocional). Por eso, se recomienda:
Restringir la actividad externa durante el eclipse.
Evitar actos rituales con fuego, contacto con alimentos o imágenes sagradas.
Enfocar la atención hacia dentro mediante mantra japa, silencio y ayuno.
Este enfoque plenamente operativo. El eclipse es parte del diseño kármico del tiempo, y su tratamiento se basa en principios que han sido observados y aplicados durante generaciones.

¿Dónde impacta este eclipse en tu carta astral natal?
Para comprender el efecto real de un eclipse lunar, lo primero que se analiza es en qué parte del cielo ocurre y en qué casa de tu carta astral cae.
El del 7 de septiembre de 2025 sucede en la constelación de Purva Bhadrapada, dentro del signo de Acuario (Kumbha Rashi). Técnicamente, es un eclipse total con intervención de Rahu, lo que indica una manifestación intensa, agitada y, en muchos casos, transformadora.
Purva Bhadrapada es un nakshatra de fuego espiritual, regido por Júpiter y asociado con el final de los ciclos, el desapego, la purificación y el renacimiento. El eclipse en esta región del cielo suele marcar una ruptura con lo viejo, forzar una revisión profunda del karma pendiente, y abrir espacio para nuevas comprensiones a través del dolor o la purga emocional.
Cuando un eclipse toca este punto en tu carta, puede activar procesos de redefinición personal, soltar patrones rígidos y abrirse a nuevas etapas internas. La intensidad emocional puede aumentar, pero también la necesidad de mirar hacia adentro y conectar con una verdad más elevada.
El evento ocurre en luna llena, como corresponde a todos los eclipses lunares. Por eso no es un momento para mirar hacia afuera. sino en lo que uno ha estado acumulando emocionalmente en el último mes o incluso más atrás, si hay planetas personales involucrados.
Para saber en qué área de tu vida impacta este eclipse, necesitas ubicar el signo de Acuario en tu carta natal. La casa donde cae marcará el foco del movimiento. Algunas referencias útiles:
Si cae en tu casa 1, el impacto será personal: salud, decisiones, dirección de vida.
En la casa 4, el tema será tu mundo interno, tus raíces, tu estabilidad emocional.
En la casa 7, se moverán temas de vínculo, pareja, alianzas y confrontación.
En la casa 10, lo público: trabajo, reputación, autoridad, exposición.
En la casa 12, el movimiento será más sutil: ciclos que terminan, introspección, espiritualidad, retiros necesarios.
El eclipse también puede tocar un punto sensible de tu carta: la Luna natal, un planeta regente de casas importantes, o un nodo. Si estás atravesando un daśā vinculado a Rahu, Ketu, o incluso Chandra, este evento puede actuar como un disparador que acelera procesos que ya venían gestándose.
El análisis siempre es individual, pero hay una constante: los eclipses muestran lo que ya no sostiene tu evolución. A veces se manifiesta como una crisis, a veces como una claridad repentina, y otras como un silencio inesperado donde ya no hay nada que seguir repitiendo.

Qué hacer antes, durante y después del eclipse lunar: guía tradicional para atravesarlo con claridad
Cuando un eclipse lunar es visible, el dharma cambia por algunas horas. Las reglas del tiempo se alteran y el comportamiento humano debe ajustarse. El próximo 7 de septiembre de 2025, el eclipse activa una configuración específica: la Luna será eclipsada por Rahu, desde la constelación de Shatabhisha, con el Sol, Mercurio y Ketu ubicados en la séptima casa desde la Luna, en Leo.
Esto tiene implicaciones directas: se activa el Hidaya Rashi, punto del corazón, y se abren portales para la manifestación de deseos, especialmente aquellos vinculados a los planetas involucrados. Es un eclipse que, si se aborda con estructura y humildad, puede convertirse en un modo de liberación.
1. Antes del eclipse: preparar el cuerpo y el entorno
El periodo previo se llama Sutaka, y comienza 9 horas antes del inicio del eclipse. Este margen sirve para disminuir la actividad externa y ordenar el espacio interior.
Durante este tiempo:
No se cocinan alimentos. Se guarda lo ya preparado o se ayuna.
No se debe de mirar a la luna durante el evento
Se suspenden tareas domésticas que involucren fuego, corte, limpieza ritual o manipulación de ídolos.
Se evita el contacto innecesario con otros. La energía ya comienza a retraerse.
Se preparan mentalmente los mantras que se van a recitar durante el eclipse.
Si se desea pedir un deseo, este es el momento para definir con claridad qué se va a pedir, con qué actitud y desde qué necesidad real.
2. Durante el eclipse: detenerse por completo
El tiempo del eclipse es considerado un tiempo suspendido. Actuar durante este lapso es como moverse mientras todo lo demás se detiene. Por eso las instrucciones son firmes.
Durante el eclipse:
No se come ni se bebe.
No se toca a nadie ni se entra en templos.
No se habla innecesariamente.
No se usan pantallas ni se dispersa la atención.
Se recomienda mantener la espalda erguida, la respiración calmada y la mirada interna.
Se entona japa mantra: Maha Mantra o el mantra de Narasimha son los más utilizados durante eclipses lunares.
Se realiza el pedido mirando hacia el Oeste, en silencio, desde la presencia devocional. No se piensa el deseo muchas veces. Se pide una sola vez, desde el corazón, y se deja ahí.
Este procedimiento debe realizarse en completa quietud, sin contacto con otras personas, sin hablar, sin distracción sensorial. El cuerpo se mantiene erguido, con atención suave, respiración pausada, y concentración total en la presencia del Señor.
En algunos linajes, se trabaja con cartas astrales rituales, imágenes de la deidad colocadas al oeste, y recitación continua del mantra durante toda la fase activa del eclipse.
Este eclipse en particular activa la casa 7 desde la Luna, lo que permite si se aborda con sinceridad realizar pedidos relacionados con vínculos, relaciones, reputación, guía pública, o asociaciones. Según lo que enseñan maestros Gurus como Ramanuja Das, si uno hace este trabajo con humildad, el pedido puede tomar fuerza especial y manifestarse con claridad en el ciclo posterior.
Después del eclipse: cerrar, limpiar, agradecer
Una vez que el eclipse termina, no se vuelve de inmediato a la rutina. Primero se realiza un baño purificador, se cambia la ropa, se airea el espacio y se limpian los objetos de uso personal. Es importante no hablar mucho todavía, ni comentar sobre lo que uno sintió. Lo que se vivió pertenece a un plano sutil, y se procesa en silencio.
Si se hicieron pedidos, se dejan en manos del karma y del dharma. El pedido no se repite. No se manipula.
En caso de que el eclipse haya removido emociones fuertes, no se interpretan de inmediato. Se observa con calma durante los días siguientes. El eclipse no siempre muestra el resultado el mismo día.
Los eclipses no se interpretan con lógica emocional. Son umbrales. Portales donde el dharma se detiene y los mundos sutiles se abren. Lo que se haga en ese momento queda sembrado en la red del tiempo.

Recitación de mantras durante el eclipse lunar total: vibración, contención y dirección
El eclipse lunar altera la estructura emocional y mental del cuerpo. El sistema nervioso puede mostrarse irritable, el pensamiento se vuelve excesivo o repetitivo, y el sueño se interrumpe. En algunos casos, aparecen recuerdos antiguos sin contexto alguno. Estas sensaciones suelen extenderse varios días antes del eclipse y continuar incluso después de que ha concluido.
Durante este tipo de tránsito, el mantra se recita en secuencia, con ritmo constante, para sostener el campo interior y delimitar el tránsito astral. La práctica se estructura en tres partes, cada una con una función precisa dentro del marco védico tradicional.
Mahāmantra Hare Krishna
Este mantra marca los bordes del proceso. Se recita antes de entrar al eclipse y al salir de él. El ritmo es estable, sin alteraciones. La repetición permite mantener la atención dentro del canal devocional.
Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare
108 repeticiones antes del eclipse.
108 repeticiones al finalizar el eclipse.
Mantra de Narasimha forma bija
Este mantra se recita durante el eclipse. Se elige un número mínimo de repeticiones y se mantiene hasta completarlo. El cuerpo permanece firme, orientado hacia el Oeste. El espacio debe estar limpio y sin interferencia.
Om Shraum Namo Bhagavate Narasimhaya
Mínimo 108 repeticiones.
Se puede usar japa mala o conteo silencioso.
La respiración acompaña el ritmo.
La conciencia permanece en la vibración.
Este mantra estabiliza la energía en el centro del tránsito. La atención no se dispersa. No se acompaña con visualizaciones ni otras prácticas.
Mantra de Narasimha forma extendida (Ugraṁ Vīram)
Este mantra se recita una vez, con el cuerpo firme, la voz clara y la mente presente. No se intercala. Se coloca como marca vibratoria central. Puede recitarse al inicio del eclipse o justo al terminar el bloque principal de recitación.
Ugraṁ vīraṁ mahā-viṣṇuṁ
Jvalantaṁ sarvato mukham
Nṛsiṁhaṁ bhīṣaṇaṁ bhadraṁ
Mṛtyu-mṛtyuṁ namāmy aham
Al finalizar el eclipse, se vuelve al Mahāmantra. Luego se toma baño purificador, se cambia la ropa, se airea el espacio. Las cartas utilizadas se resguardan. El pedido no se repite. No se comenta. El cuerpo entra en silencio. El tiempo vuelve a su curso.

Ritual para el Eclipse Lunar Total del 7 de Septiembre: activación del deseo y protección bajo Narasimha
Este eclipse lunar total se convierte en un momento adecuado para realizar un ritual de activación del deseo desde el dharma. Cuando los nodos Rahu y Ketu abren un umbral, y el eje Sol-Luna queda eclipsado, el tiempo ordinario se suspende y lo sutil toma fuerza.
Este ritual está diseñado para practicarse únicamente cuando el eclipse es visible en el lugar donde uno se encuentra. No se adapta, no se transfiere a otro día, no se hace simbólicamente.
Requisitos previos:
Confirmar la visibilidad del eclipse desde tu zona.
Calcular la hora exacta del eclipse, desde el primer contacto hasta el final.
Prepararse en ayuno desde el inicio del Sutaka (9 horas antes del eclipse lunar).
Tener lista la imagen de Narasimha, colocada hacia el Oeste.
Dibujar la carta astral a mano, con tinta roja, en papel blanco.
Tener japa mala y espacio de recogimiento.
Secuencia del ritual:
Baño ritual previo al eclipse, mente en silencio, sin distracciones.
Colocar la carta natal propia, y si se desea, las de familiares o personas por quienes se desea intervenir, frente a la imagen del Señor Narasimha.
Sentarse orientado al Oeste, espalda recta, mirada interna, sin prisa.
Cantar el Mahāmantra Hare Krishna 108 veces:
Hare Krishna Hare Krishna Krishna Krishna Hare Hare
Hare Rama Hare Rama Rama Rama Hare Hare
Cantar el mantra de Narasimha como mínimo 108 veces:
Om Shraum Namo Bhagavate Narasimhaya
Durante el canto del mantra, realizar un único pedido, de forma silenciosa, mirando al Oeste, con el corazón completamente presente.
El deseo no se repite, no se justifica, no se explica. Se ofrece, se entrega.
Terminar el ritual con 108 repeticiones más del Mahāmantra, en completa quietud.
Una vez finalizado el eclipse, tomar un baño purificador, cambiar la ropa y airear el espacio.
Las cartas pueden guardarse con reverencia o ser ofrecidas al fuego más adelante, según la práctica del devoto.
Consideraciones específicas para este eclipse:
Este eclipse ocurre con la Luna en Shatabhisha y la activación directa de la casa 7 desde la Luna. En esa casa se encuentran el Sol, Ketu y Mercurio, todos en Leo. Este patrón indica que los deseos relacionados con:
Avance espiritual (Ketu)
Reputación pública legítima (Sol)
Estudios, comunicación, conocimiento aplicado (Mercurio)
pueden encontrar canales de manifestación en los meses posteriores al eclipse, si se entregan desde una conciencia limpia y sin manipulación emocional.
Es un acto de alineación. Un ofrecimiento. Si el deseo es sincero, si tiene raíz dhármica, el eclipse lo planta en el plano sutil. El resto lo determina el karma y el tiempo.

Este eclipse, como todos, pasará. No necesita que lo vivas como un ritual, ni como un evento especial. Pero si estás leyendo esto, es porque sabes que no es un día cualquiera.
No hace falta entender todo para respetarlo. Basta sentir el momento y no forzarlo. Bajar el ritmo. No llenar el día de cosas innecesarias.
Hay personas que sentirán ansiedad. Otras, cansancio. Algunas estarán más sensibles, más irónicas, más irritables. Todo eso también es parte del proceso. No te lo tomes personal.
No tienes que hacer nada grande. No se espera eso. Pero sí se espera que estés presente. Que no comas por costumbre. Que no hables por hablar. Que si decides hacer un mantra, no sea por miedo, sino porque algo dentro de ti lo pide.
Y si no haces nada, pero lo haces con respeto, también está bien.
Este tipo de día es más para detenerse que para actuar. Más para escuchar que para explicar. Y sobre todo, para no interferir.
El cielo hace su trabajo. Haz tú el tuyo: sostenerte con calma.
Cuida tu energía en estos días.
No te expongas más de lo necesario.
Haz lo que entiendas y respétalo.
No te compares con otros.
Y no le exijas al eclipse lo que tú aún no estás dispuesto a sostener.
El silencio también es parte del aprendizaje.
Hasta la próxima vez que el cielo hable.
Que estés firme, claro y en paz.
Nanda Astrólogo védico | Estudiante del tiempo
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